Hay juegos que se disfrutan, hay juegos que se recuerdan, y luego está Clair Obscur: Expedition 33, un RPG que se siente como un antes y un después para el género y un titulo que ameritaba tomar el tiempo para reseñar y disfrutar para no perder detalles.
Lanzado por el estudio debutante Sandfall Interactive, este título no solo sorprendió con su dirección artística y narrativa demoledora, sino que también conquistó a críticos y jugadores por igual gracias a su profundo sistema de combate, performances memorables y un mundo que te atrapa desde el primer minuto.
Una historia que duele… y permanece
Expedition 33 nos transporta a una Francia alterna, inspirada en la Belle Époque, donde el color y la belleza estética contrastan con una historia oscura marcada por el duelo y la extinción humana. Todo comienza con “La Fractura”, un evento cataclísmico que dejó a la humanidad confinada en la ciudad de Lumière. Cada año, la enigmática Pintora borra de la existencia a todos los humanos que coinciden con el número que inscribe en su monolito. Ahora, con el número 33 marcado, un nuevo grupo es enviado en una expedición suicida con la esperanza de detener el ciclo.
Lo que sigue es un viaje que, más allá de lo físico, atraviesa emociones humanas profundas como el duelo, la esperanza, el miedo y la pérdida. Con personajes increíblemente bien escritos y un desarrollo narrativo lineal pero absorbente, Expedition 33 logra transmitir un mensaje poderoso sobre la identidad y la resignificación de nuestras cicatrices emocionales.
Combate clásico, pero renovado
El sistema de batalla en Expedition 33 toma lo mejor del JRPG clásico y lo reinventa con mecánicas modernas basadas en el tiempo y la precisión. Cada personaje tiene habilidades únicas que dependen del momento exacto en que ejecutes o defiendas, lo que mantiene cada enfrentamiento activo y desafiante.
El juego introduce mecánicas avanzadas como esquives, parries, counters y sistemas de transformación de habilidades mediante Pictos, objetos que permiten aprender y equipar poderes a lo largo de la aventura. El resultado es un sistema que crece en complejidad con el paso de las horas y que premia a quienes realmente quieren dominar cada aspecto del combate.
Apartado artístico sublime y actuaciones de otro nivel
Visualmente, Clair Obscur es un deleite. Desde sus paisajes que parecen salidos de una pintura impresionista hasta la dirección de arte que fusiona la luz y la sombra (técnica conocida como clair-obscur), el juego mantiene una estética que potencia su carga emocional. Las actuaciones también están a la altura de una obra teatral de alto calibre, con nombres como Charlie Cox, Jennifer English y Kirsty Rider dando vida a personajes que se sienten reales, trágicos y humanos.
Exploración que premia y contenido endgame generoso
Aunque en su mayor parte es una experiencia lineal, el juego sorprende con un tercer acto que expande el mundo de manera significativa. Gracias a la posibilidad de volar sobre Esquie, los jugadores pueden acceder a zonas opcionales, calabozos secretos y jefes ocultos que ponen a prueba hasta al equipo más preparado. Todo esto suma horas valiosas a una historia ya de por sí densa y satisfactoria.
Logros que hablan por sí solos
En solo 33 días desde su lanzamiento, Expedition 33 vendió más de 3.3 millones de copias a nivel mundial, una cifra impresionante para un estudio debutante conformado por apenas 33 personas. Su banda sonora fue nominada al Grammy, y la conversación en redes y foros especializados ya lo posiciona como uno de los favoritos para ganar el premio a Juego del Año.
Veredicto final
Clair Obscur: Expedition 33 no solo es una joya del RPG moderno, es una declaración: el clásico combate por turnos puede seguir evolucionando, las historias emocionales pueden tener impacto real, y los juegos de autor pueden competir de tú a tú con los gigantes de la industria. Es una experiencia inolvidable, profunda, desafiante y artísticamente sublime. Un título que, sin duda, estará en el corazón de muchos durante años.