Las demandas contra Valve, la empresa detrás de Steam, suelen alegar que tiene un monopolio en el mercado de juegos para PC. La más reciente proviene del Reino Unido, donde se alega que Valve ha sobrecargado a 14 millones de clientes británicos. La demanda, presentada ante el Tribunal de Apelaciones de Competencia en Londres, busca 656 millones de libras esterlinas (838 millones de dólares).
La base de la demanda es la acusación de que Steam impone “obligaciones de paridad de precios” a los editores de juegos. Esto significa que los editores no pueden vender los mismos juegos en otras plataformas a un precio más bajo que en Steam. Los demandantes argumentan que estas prácticas son anticompetitivas y resultan en precios excesivos para los consumidores.
Los demandantes sostienen que “las compañías que tienen una posición dominante en el mercado no pueden cobrar precios excesivos o anticompetitivos. Tampoco pueden imponer condiciones comerciales injustas que impidan o dificulten la competencia”. En específico, acusan a Valve de excluir a la competencia al obligar a los editores a aceptar restricciones de precios, limitando así la competencia en el mercado de juegos para PC.
La demanda está siendo organizada por Vicki Shotbolt, una activista por los derechos digitales de los niños, a través de una “demanda colectiva de exclusión automática”, el equivalente británico a una demanda colectiva en la que los afectados son incluidos automáticamente a menos que opten por excluirse. La abogada Natasha Pearman, del bufete Milberg London, que representa a los demandantes, explicó: “Creemos que Valve ha utilizado su poder de mercado de una manera que es perjudicial para los consumidores y ha llevado a que se les cobre de más por juegos y contenido dentro del juego en la plataforma Steam”.
El caso tiene un sitio web donde los británicos pueden registrarse para obtener más información. Dado que esta es una demanda de “exclusión automática”, los usuarios del Reino Unido que han comprado algo en Steam desde junio de 2018 y no desean ser parte del caso deben visitar el sitio web para excluirse.
La demanda también sugiere que el dominio de mercado de Valve y sus “restricciones de precios” le permiten cobrar una comisión excesiva para vender juegos en Steam, generalmente un 30%. Esta comisión se reduce solo para los editores más grandes, lo que los demandantes consideran una práctica injusta.
Hasta el momento, Valve no ha hecho comentarios oficiales sobre esta demanda. Históricamente, la compañía ha enfrentado varias demandas similares, y los tribunales han desestimado las acusaciones de monopolio en el pasado.
Este caso es un desarrollo significativo en la continua discusión sobre el poder de mercado de Valve y las prácticas competitivas en la industria de los videojuegos para PC. Continuaremos siguiendo el progreso de esta demanda.